Tetradracma
El tetradracma es una de las monedas de plata más famosas y utilizadas del mundo antiguo y desempeña un papel fundamental en la numismática. El nombre proviene del griego y significa literalmente «pieza de cuatro dracmas», en referencia a su valor en el sistema monetario ático. Con un peso medio de unos 17,2 gramos, el tetradracma valía cuatro veces más que una dracma y, debido a su alto valor nominal, era especialmente adecuado para transacciones comerciales de gran envergadura y para el comercio internacional.
El tetradracma se acuñó por primera vez en el siglo V a. C. en Atenas, lo que no solo estableció una moneda estable para su propia polis, sino que también sentó las bases de

una de las monedas comerciales más influyentes de todo el mundo antiguo. Las famosas tetradracmas áticas presentan en el anverso el retrato de la diosa Atenea con un casco corintio y, en el reverso, un búho, símbolo de la sabiduría y animal heráldico de Atenas, flanqueado por una rama de olivo y la inscripción ΑΘΕ (abreviatura de «Athenaiōn», «el ateniense»). Este diseño clásico se mantuvo durante muchas décadas y sirvió de modelo para muchos otros diseños de monedas en la región mediterránea.
Con el tiempo, el tetradracma fue adoptado por numerosas ciudades y reinos griegos y adaptado a las preferencias estilísticas locales. Los tetradracmas de Siracusa, con representaciones de Aretusa o la Cuadrigas, son especialmente magníficos y artísticos, al igual que la acuñación real de los imperios helenísticos de los Diádocos, como la acuñación con retratos de Alejandro Magno o los seléucidas y ptolemaicos. Incluso bajo el dominio romano, los tetradracmas siguieron acuñándose en casos aislados, especialmente en las provincias orientales, donde se mantuvo el sistema monetario griego.
En el contexto numismático, el tetradracma tiene interés histórico no solo por su amplia circulación y su contenido en plata, sino también por su gran calidad artística. Muchos ejemplares se consideran obras maestras de la acuñación antigua y ofrecen valiosa información sobre la religión, la mitología, la política y la propaganda de su época.
Los coleccionistas siguen valorando hoy en día el tetradracma por su diversidad, sus imágenes icónicas y su valor histórico. Las monedas antiguas o raras alcanzan regularmente precios elevados en las subastas. Su importancia para la economía antigua y su influencia en los sistemas monetarios posteriores hacen del tetradracma una de las monedas más importantes de la numismática.